En el reducido círculo de mis
"amigos" tal vez sea poco conocido, pero ha muerto Rafael González
hace pocos días, el 31 de enero, y yo le quiero dedicar ahora una página de
recuerdo y de agradecimiento.
Rafael González fue el
último director del diario YA, al menos mientras que este periódico, que en un
tiempo fue el más leído de Madrid, se mantuvo bajo la titularidad de la
Editorial Católica. Así lo ha recordado ahora, en la cariñosa página necrológica
publicada en el ABC, Alejandro Fernández Pombo, que fue también algo antes
Director del mismo diario YA.
Mi contacto con Rafael
González arranca de mucho antes, del tiempo que fue Director del semanario
SIGNO, órgano entonces importante de la Acción Católica española. Como
Director, me acogió en sus páginas, antes incluso de ser yo periodista, y en
este medio publiqué en aquella época casi todas mis primeras colaboraciones en
prensa, despertando así ese instinto informativo que debe alentar a todo el que
se dedica a esta profesión. Precisamente hace pocas semanas, al comentar la
muerte de Gregorio Peces Barba, aludí aquí al café que tomamos en un bar de
Madrid los tres: Gregorio, Rafael González y yo, por la causa que entonces ya
comenté.
La
comunicación más estrecha con Rafael González la establecí más tarde, cuando él
era Director de EL CORREO DE ANDALUCÍA. Este periódico, creo que decano de la
prensa sevillana, había sido fundado por el Cardenal Almaraz, dependía todavía
del Arzobispado de Sevilla, estaba aún instalado en una antigua casa cercana a
la céntrica calle Tetuán y se defendía muy a duras penas, sin haber acometido
las mejoras inevitables para competir con la prensa actual. En este periódico
realicé mis primeras “prácticas” de la carrera de periodismo y en él pude
conocer un diario a la antigua usanza, auténticamente prehistórico en la época
informatizada actual, con linotipias de ardiente plomo fundido, mesa amplia
para el montaje manual de todo el
periódico y tejas verdaderas con la impresión de las diversas páginas.
Modernizar
este periódico es la tarea que se echó encima Rafael González, al aceptar el
encargo del Cardenal Bueno Monreal para intentar reflotar de su vida lánguida a EL
CORREO DE ANDALUCÍA. El esfuerzo entonces realizado fue ciclópeo y el resultado
no fue escaso, aumentando muchísimo la tirada y, sobre todo, consiguiendo
empatizar el periódico con los sectores más progresistas de la sociedad
sevillana de entonces. Fue José Mª Javierre, el sacerdote y colosal periodista
también ya muerto, el que continuó la tarea en la dirección de este periódico, hasta
su venta a otros propietarios.
Posteriormente, Rafael González se
reincorporó a la Editorial Católica en Madrid y, antes de la dirección del YA,
me parece que se hizo cargo de la entonces Agencia LOGOS, en la que me publicó
en diversos medios una entrevista con el político y pastor protestante John
Paisley (en realidad, no-entrevista pues me echo de su casa de
Belfas al conocer mi procedencia) y otros reportajes sobre la vida de
Inglaterra.
Por todo lo brevemente contado, le
debo grandes recuerdos a Rafael González y quiero ahora destacar que fue un
gran periodista, con insaciable sed de lo noticioso, y un buen cristiano
convencido y militante. Descanse en paz este un hombre de bien en todos los
sentidos.
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