domingo, 7 de julio de 2013

AVISO DE INTERRUPCIÓN

          Quiero avisar que voy a hacer una interrupción temporal de "Tras mi vidriera". Durante el verano que ahora empieza, voy a tener muchos desplazamientos y ocupaciones fuera de mi residencia habitual, y prefiero no dedicar atención a la redacción y cuelgue de estas sencillas colaboraciones. Esto me brinda ocasión para lanzar ahora una mirada a lo que vengo haciendo.
          La estadística del blog me informa que son 75 las "páginas" que hasta ahora he publicado, 32 en el final del año 2011, 29 en 2012 y 32 en los meses transcurridos de 2013. Con el propósito no muy firme de "colgar" algo cada semana, escribo cuando un tema me provoca, cuando algo ocurrido a mi alrededor o descubierto por la prensa se me hace acreedor de un comentario. En este último año, me he propuesto dedicar cada semana una mirada al contenido del evangelio dominical - "Siete días"-, pero todo  lo demás es fruto de una improvisación anárquica.
          Mantener un blog es una tarea que requiere afición y fe, pues no tiene uno ecos definidos de los efectos producidos. Me dice la estadística que son 3.024 las "páginas vistas", pero ésta es una aproximación muy imprecisa del eventual público al que se está llegando. Todavía resulta más enigmática la procedencia, pues que las páginas leídas en España sean 1.927 parece bastante normal, pero que haya 426 en los Estados Unidos, 184 en Rusia, 32 en Letonia y 18 en Rumanía, produce un innegable desconcierto. No hay información de los que abren la página y no la leen, ni se sabe tampoco cuántos son repetidos entre los supuestos "lectores".
          Un interrogante mayor y una fuente adicional de confusión produce el que el blog se haga presente en varios "sitios". La estadística anterior se refiere a los que entran en el blog a través de los buscadores directos: Google, Chrone, etc. Pero las "entradas"  las suelo incluir también en los sitios que tengo en Facebook y en Twiter, y no tengo información alguna de los que se acercan a ellas través de estas plataformas. Desde hace un par de meses, lo que yo escribo se publica también entre los blogs del diario La Opinión de Málaga, sin que este medio me ofrezca tampoco información de los lectores que "entran" en los distintos blogs acogidos en el sitio y en el sistema informático del diario.
          La cueva, por tanto, no está muy iluminada. No me llega información precisa de las personas que se acercan a conocer el contenido de estas páginas. Algunos pulsan el "me gusta" o añaden incluso un "comentario", pero son pocos y sus aportaciones no resultan suficientemente significátivas. La comunicación entre el "emisor" y el "receptor" no es lo perfecta que se podría esperar en los actuales niveles de progreso. Pero algún tipo de latido de los recipiendarios se percibe, y esto es suficiente para mantener viva la llama de la comunicación. 
          Tras la interrupción veraniega, volveremos a encontrarnos.