viernes, 23 de septiembre de 2011

TENTACIÓN FUNDAMENTALISTA

El fundamentalismo es una tentación constante de todo el que se siente en posesión de la verdad. Conduce a extremos francamente deplorables, que alejan progresivamente de la opinión de los demás, hasta el punto de situarse en contra, considerando a los demás como enemigos. De aquí a tachar a estos "enemigos" como "malos" no hay más que un paso. El resultado es que el creciente fundamentalismo, existente claramente en nuestra sociedad española, da pie a una vida encrespada, con posturas muy distantes y enfrentadas las unas contra las otras, con muy poco convivencia social. Esto ocurre en la política, se manifiesta particularmente en el campo religioso y tiene sus secuelas hasta en sectores menos trascendentes como el deporte.

En el terreno religioso, se olvida el viejo principio inspirador de "condenar el pecado y salvar al pecador". Lo peor del fundamentalismo es que llega a condenar a las personas, se niega el pan y la sal a los que se sitúan en el frente contrario, se incrementa el aislamiento de la propia postura con la condena de los que no participan de la misma. Y desde el campo religioso, con conciencia de posesión de la verdad, se llega a las críticas más furibundas contra los grupos políticos y sociales, que el fundamentalista considera equivocados. No se vive como posible la convivencia pacífica con los grupos que, entre sus opiniones, admiten algunas que el fundamentalista considera condenables. La ejemplificación sobre esto no cuesta trabajo ofrecerla, porque la
introducción del divorcio o el aborto en la legislación provoca, no sólo la no aceptación, sino la condena virulenta y la crítica incluso personal a los que no se levantan en son de guerra contra esta medidas. Repito que el mal efecto del fundamentalismo está, no en desaprobar estas medidas o estas posturas -lo cual es legítimo-, sino en llegar a la virulencia, al enfrentamiento radical y a la condena de las personas.

El tema del fundamentalismo es eterno, porque dentro de la naturaleza humana están también, frente a los dinamismos que conducen a la fraternidad, la aceptación -no aprobación- de las opiniones divergentes y el amor, los otros dinamismos que arrastran impulsivamente hacia el enfrentamiento y el odio del contrario. La naturaleza humana tiene mezclados los buenos y los malos princpios, las orientaciones expléndidas y las que conducen a las actitudes inadecuadas.

Si he tocado hoy el tema del fundamentalismo es porque he visto el Mensaje del XXXI Congreso de Teología, celebrado recientemente en Madrid y dedicado al tema del Fundamentalismo. No suscribiría todos y cada uno de los párrafos de este Mensaje, pero sí recomiendo leerlo completo, buscándolo en "XXXI Congreso de Teología" o en "Asociación de Teólogos y Teólogas Juan XXIII". La entrada del Mensaje invita a la lectura completa del mismo: "Los fundamentalismos son la manifestación más elocuente de la incapacidad de los seres humanos para vivir en armonía en medio de la diversidad y convierten las discrepancias en barreras de incomunicación". El Mensaje ocupa sólo una página y merece su lectura, crítica pero completa.

lunes, 12 de septiembre de 2011

YA ESTÁ RODANDO...

Ya está abierto el blog, la bola de nieve ya está rodando...
No quiero entrar todavía en un tema concreto, abordando ya  la consideración o el comentario sobre algo de interés. Sólo quiero decir que intentaré ser breve, él único camino para yo animarme a hacer un comentario y para que alguien se anime después a leerlo.
Me siento todavía encorsetado por los procedimientos, por los caminos informáticos para comunicar las inserciones a los "amigos" y para facilitar después la lectura a los que quieran hacerlo. Pero, pián piano, todo se andará. Escribo esta sencilla "nota" precisamente para hacerme sabedor de cómo es posible hacerlo.
Sin haber apenas comenzado ya he tenido respuestas varias, y esto me anima a iniciar en serio el camino...

domingo, 11 de septiembre de 2011

Comienzo ilusionado

Comienzo con ilusión esta nueva experiencia. Se trata de compartir interrogantes, consideraciones y comentarios en torno a lo que la vida vaya sugiriendo.
No pretendo sentar cátedra de nada. Tengo suficiente experiencia como para no arrancar de planteamientos fundamentalistas. Pero la vida ofrece suficientes ángulos de visión para el que quiera mirarla con atención, con la ilusión incluso de descifrar algunos de los interrogantes que ofrece. El intentarlo desde detrás de una vidriera, un punto de mira que permita captar los matices de la visión torneosolada, permitirá captar matices que una visión simple no llega fácilmente a descubrir.
¡Empieza la tarea!