jueves, 31 de diciembre de 2015

La más importante noticia del año

          Buscar la noticia más importante es una ocupación típica de los periódicos al final de cada año. La tarea no es fácil, pues cada medio mira con unos ojos diferentes, con las perspectivas mas acomodadas a su ideología, y los resultados pueden diferir enormemente. La noticia más importante del año, también, depende del cristal con que se mira.

          He leído estos días que la búsqueda de la noticia más mala tiene un trasfondo teológico, pues se relaciona de algún modo con el bien supremo. Lo absolutamente malo hace relación inevitable con lo absolutamente bueno. Pero nada es del todo malo, pues tanto detrás de lo bueno como de lo malo está siempre la libertad humana salvando siempre de alguna manera de la absoluta malicia. En torno a estas ideas hacía equilibrios en El País (27 Diciembre 2015) el para mí desconocido filósofo José Luis Pardo.

          La búsqueda de la noticia más importante del año tiene también que sectorizarse, pues resulta prácticamente imposible comparar una noticia política con una deportiva, o una del mundo del glamour con otra de temas económicos. Es muy difícil un hecho noticiable que trascienda todas las diferencias provenientes de los distintos sectores de la sociedad. La selección de las noticias importantes, además, puede estar contaminada con el deseo de dar prevalencia a hechos o tendencias que el que hace la selección quiere sobredimensionar, y por ello se diferencian tanto unos de otros los números de los periódicos dedicados en los días finales del año a compendiar lo más importante del año.

         A pesar de todas estas dificultades, hay ciertos acuerdos comunes. En distintos medios he encontrado la información de que una Fundación -cuyo nombre no recuerdo- ha acordado al final del año que termina que la palabra del 2015 es concretamente REFUGIADOS. Sin duda este término alude a uno de los grandes temas del año. La foto del pequeño Aylán, muerto y acariciado por las olas en una playa de Turquía (y la del soldado con el niño en brazos, sacándolo de la playa), están en todos los resúmenes gráficos del 2015. Y las fotografías de autenticas masas de emigrantes entrando por las fronteras de los países del Oriente Europeo han estado también siempre presentes, impresionando a los que las contemplan. Al ver estas fotografías, se recuerda con razón el dicho tan repetido de que una imagen vale más que mil palabras.

         Más lejanas están también las imágenes del Papa Francisco en Lampedusa, intentando concienciar al mundo de la globalización de la indiferencia ante el tema de la emigración. Intentando superar la indiferencia, la atención por lo cercano e inmediato olvidándonos de lo lejano y más importante, dirijamos la mirada en este final del año y el comienzo del siguiente a esos millones ya de emigrantes, que han tenido que abandonar sus hogares en búsqueda un porvenir todavìa muy incierto para ellos. Frente a otros temas también importantes, coloquemos la emigración como la noticia más importante de año.



lunes, 21 de diciembre de 2015

Cumbres Mayores, en el imperio del jamón

         
           Doscientos mil es una cifra de jamones que impresiona nada más que de oírla. Pero ver esta cantidad de jamones en una sola fábrica de Cumbres Mayores, sobrecoge en lo personal y merece un comentario general. He pasado esta última semana en Cumbres Mayores, para la realización de un trabajo pastoral que no viene ahora al caso, y lo que he podido constatar personalmente durante esta corta estancia merece ser resaltado.

        Cumbres Mayores es un municipio situado en lo más alto de la provincia de Huelva, en el borde mismo de la provincia de Badajoz. Llegar a Cumbres Mayores desde Huelva requiere bastante más de hora y media de automóvil, pues, aunque los kilómetros de distancia entre ambas ciudades no llegan a los 150, la carretera por la que hay que viajar está muy llena de curvas y no permite transitarla de forma rápida. El viaje con todo merece la pena, pues el paso más lento permite disfrutar de la vegetación de la sierra alta de Huelva, pasando a través de dehesas que se quedan bien marcadas en la mente. La carretera pasa por las inmediaciones de Jabugo, la emblemática ciudad del jamón de más prestigio mundial, cuyo clima privilegiado para la cura natural de la carne de cerdo se extiende por toda la zona circundante.

          Cumbres Mayores tiene un patrimonio artístico nada común en un pueblo que sólo se sitúa actualmente alrededor de los dos mil habitantes. Además de contar con lejanos antecedentes celtas y romanos, lo principal ahora es el gran Castillo Amurallado, iniciado por Sancho IV el Bravo en el siglo XIII y que desde entonces da fuerte carácter a la ciudad. Las extensas murallas, muy bien conservadas o restauradas aunque todavía no lucen exentas por tener muchas viviendas adosadas, rodean un espacio muy amplio vacío, que hasta hace no muchos años sirvió de campo de fútbol del pueblo y que actualmente acoge un pretencioso Centro de Interpretación. La Parroquia de San Miguel es también un edificio de siglos, con un solemne retablo pre-barroco recientemente muy bien restaurado, buena imaginería, ricos elementos de plata provenientes de un nativo que hizo las Indias y envío mucha platería a su población de origen y una esbelta torre que se divisa desde todos los contornos. Desde hace sólo dos años, se ha incorporado a su patrimonio cultural un amplio monasterio construido enfrente mismo de la más que centenaria ermita de la patrona del pueblo, Nuestra Señora de la Esperanza, que ha sido ocupado por once religiosas peruanas y jóvenes pertenecientes al Carmelo de la Madre Maravillas.

          Lo que quizás da más fama, con todo, a Cumbres Mayores es la industria del jamón. Además de la impresionante fábrica de los doscientos mil jamones almacenados, Tartessos, el pueblo alberga hasta 24 fábricas más de menos dimensión, pero que entre todas constituyen un complejo industrial exageradamente grande en una población de tan pocos habitantes. Enclavada dentro de la zona y de la Denominación de Origen de Jabugo, casi empareja en desarrollo e iguala  en calidad a la capital mundial del jamón. Con precedentes desde el siglo XIII, la cura natural del jamón requiere un proceso largo de tres y hasta cuatro años, que explica el número tan alto de jamones que se almacenan en las bodegas de las fábricas. Tienen creados unos artefactos especiales para que cuelgue de cada uno ristra de jamones, sin rozarse con el que está al lado para que le entre el aire por todos sus costados. La cría de los cochinos, la alimentación de bellotas en la montanera de las dehesas, la matanza, el acabado de los diversos productos del guarro y la misma venta del jamón ya curado, tienen un calendario bien estructurado que prácticamente da trabajo a los obreros de esta industria durante todo el año. La Denominación de Origen precisa tres calidades bien definidas: sólo bellota, bellota y cebo (alimentación por piensos muy bien elaborados) y sólo cebo. El olor de los jamones curándose, mas en verano pero incluso en esta época invernal, es el recuerdo más característico que se encuentra el que acude a Cumbres Mayores.

          Un pueblo que merece el largo camino que hay que recorrer para encontrarlo.

domingo, 20 de diciembre de 2015

Ha muerto Emilio Castillo, un jesuita ejemplar


De mi larga convivencia con él, recuerdo una escena singular. En el singular Colegio ECOS que la Compañía de Jesús tuvo hace años en las zonas altas de Elviria, en Marbella, Emilio Castillo usaba una furgoneta larga y dura, marca JEEP. Un personaje muy sofisticado y cursi de la zona, le preguntó:
- Hermano Castillo, el coche ¿le derrapa?
Con estilo desenfadado, para deshacer la cursilería, respondió:
- Yo no sé si derrapa o no; lo que sé es que se me va de culo…
La anécdota retrata a la persona. Para conocer como era este personaje recién muerto, no es más útil recordar todo lo que hizo en las ciudades en las que vivió como jesuita: El Puerto de Santa María, Córdoba, Marbella, Málaga, Granada, Sevilla. Mejor para conocerlo es recorrer algunas características bien definidas en su rica personalidad. Puedo ahora recordarlas.

Prudente. A pesar de la anécdota jocosa que he mencionado, fue durante su larga vida –ha muerto con 88 años- un hombre muy prudente, que no decía una palabra de más, que sabía callarse para no deslumbrar o para no herir a los otros, que siempre estaba en su sitio. Sin esta cualidad no se explicaría que haya sido –en terminología jesuítica- consultor de las Casas en las que vivió y –más insólito, siendo Hermano- consultor de Provincia, además del puesto de gran confianza que ocupó como Administrador de la antigua Provincia Bética, que cubría el territorio de Andalucía y Canarias.

Generoso. Como ecónomo de las Casas en las que vivió, como Administrador de la Provincia jesuítica, fue siempre –en contra de lo que muchas veces son los administradores económicos- un hombre generoso. Era bastante austero para sí, pero para los demás siempre compraba lo mejor, siempre daba más de lo que se le pedía, sin regateos.

Delicado. Tal vez su rasgo más acentuado, la finura en el trato. No hería y sabía agradar. Era servicial con todos. Naturalmente muy inteligente, en todo su comportamiento, sabía estar, era siempre un hombre educado.

Humilde. No de pacotilla, sino de verdad. No se pavoneaba nunca por los cargos importantes que ocupó. Gustaba acogerse a su condición de lego para no sobresalir, para no aparentar, para no presumir. Para el observador, aquí radicaba la mejor riqueza de su personalidad.

Gusto por la vida. Fue portero del Recreativo Granada en su juventud –entró en la Compañía de Jesús con 20 años- y siempre le gustó el futbol. Saboreaba una buena mesa. Constante lector de buena literatura. Le gustaba pintar, y no lo hacía mal como dibujante. Huyendo de falsos misticismos, no le hacía ascos a la vida.

Centrado en Dios. Sin duda, lo más hondo de su persona, lo que explica muchas de sus restantes características. Sacrificado, hacía oración, no dejaba la Eucaristía, era buen lector de la buena teología. El centro de su vida no estaba en las actividades que ejerció, sino en Dios.

Muchos años, durante el tiempo que estuvo en el Noviciado jesuita, fue manoductor, el arcaico término empleado para el que acompañaba e instruía a los entonces numerosos novicios coadjutores, una especie de ayudante del Maestro de Novicios. Fue realmente un ejemplo de buen Hermano Jesuita. No porque no tuviese cultura u oficios. Como los grandes Hermanos de la historia de la Compañía (pintores, arquitectos, gestores de lo temporal…), fue Hermano porque ésta era su vocación y porque quiso servir a Dios de esta forma peculiar. Un jesuita ejemplar. Su ejemplo merece ser reconocido incluso fuera de la Compañía de Jesús. 

domingo, 15 de noviembre de 2015

Fiesta e Iglesia , ¿distancia y contradicción? ¿conveniente acercamiento?

          El que un cura participe en una fiesta de disfraces de Carnaval a algunos le sorprende y hasta le escandaliza, mientras que a otros les parece normal y hasta encomiable. Las opiniones se dividen. Si un cura baila en una fiesta andaluza unas sevillanas, las opiniones también se dividen a la hora de valorar la oportunidad del gesto. El término fiesta encierra significados muy varios, y esto diversifica también las opiniones sobre la participación de un eclesiástico en las mismas.

          Fiesta e Iglesia, en estos días de la celebración del Carnaval, puede aparecer como una relación difícil y hasta antitética. (En algunas zonas de España, pues, en otras zonas de España, la celebración del Carnaval es tan voluntarista y marginal que ni siquiera resulta comprensible fijarse en el Carnaval para realizar una reflexión sobre las relaciones entre la fiesta y la Iglesia.) Con todo, interesa considerar si la Iglesia encaja en su forma de ser concebida la idea de fiesta, o si más bien son ideas entre sí excluyentes.

          A principio de los años Ochenta (¡hace ya más de veinte años!), el algo atípico jesuita Juan Mateos publicó en España un libro que causó sensación, Cristianos en fiesta. El libro llevaba el subtítulo de Más allá del cristianismo convencional, y conmocionó realmente a los ambientes eclesiales más tradicionales. No tengo en este momento a la mano el libro, pero creo recordar que supuso una reivindicación de la fiesta en el contexto de la religión; más aún, un intento de destacar todos los aspectos festivos que hay o que debe haber dentro de la religión. Aunque después fue el co-traductor con Luis Alonso Shoëkel de la Nueva Biblia Española, los primeros estudios de Juan Mateos fueron sobre la liturgia, y lo que me parece que pretendía destacar Cristianos en fiesta es la conexión entre la liturgia de la Eucaristía y la fiesta, la concepción de la Eucaristía como una auténtica fiesta.

          Ha llovido mucho desde los años Ochenta, pero creo que hay que reconocer que las Eucaristías actuales tienen poco de festivas, que hay que hacer esfuerzos para descubrir en ella la celebración de una fiesta. Desde luego desde España y desde el contexto europeo, pues es sabido que en los ambientes más jóvenes de África tienen las Eucaristías un aire mucho más festivo, con la música y el tan-tan presentes en unas misas que son desde luego mucho más largas que las occidentales.

         El recuerdo del Carnaval, tan intenso en la Canarias que viví hace ya años, me ha hecho recordar la relación entre lo religioso y lo festivo. Con el paso de los años, parece que estos dos conceptos se han ido distanciando, en lugar de aproximarse cada vez más. Los eclesiásticos más jóvenes se han clericalizado más, en lugar de haberse acercado más a las estructuras normalizadas de la gente corriente. Una reciente normativa eclesial ha pretendido disminuir y hasta suprimir el único gesto festivo que se había introducido en la liturgia, el saludo de la paz, en el que los participantes en las Eucaristías se desmadraban un poco -sobre todo los niños- con la transmisión de los saludos. La liturgia se ha vuelto más rígida y las personas de Iglesia se han encerrado más en las estructuras eclesiales. Entre la fiesta y la Iglesia no ha aumentado el acercamiento, sino que se han agrandado las distancias.

          El que se haya producido este distanciamiento es una lástima, más que un logro positivo por purificador. Jesús vivió una forma de vida que hoy llamaríamos estrictamente laical y cuando quiso hablar del Reino y del acercamiento a Dios recurrió a metáforas y parábolas de fiestas y banquetes. Aunque no parece que por ahí corran los aires, ¡ojalá el vaivén de la historia vuelva otra vez en poner el acento en la fiesta! A Dios se le puede entender mejor desde la fiesta que desde el encorsetamiento y la rigidez.




       


lunes, 9 de noviembre de 2015

¿Cómo se configura la opinión catalanista... y la contraria?

         Me sigue preocupando el que otros a los que valoro positivamente piensen de forma muy distinta a mi propio parecer. El fenómeno catalán está ahora en el fondo de esta preocupación, al comprender cada vez menos las actuaciones que las personas y las instituciones catalanas están adoptando. 

huge support to Catalonia Independence! | Reagrupament International    No quiero entrar en la espiral de la descalificación, adjudicando a torcidas intenciones o a incalificables propósitos lo que ahora se está haciendo o diciendo. Desde el sector no catalán, desde las restantes regiones de España, crece la agresividad contra los políticos que están protagonizando estas posturas. Las comparecencias públicas de Mas y de los restantes representantes de la voluntad separatista son recibidas desde los que estamos fuera de Cataluña con progresiva agresividad, incluso con descalificaciones personales cada vez de tonos más exacerbados. Se les tacha de falsos, de estar engañando, de estar caminando sin responsabilidad alguna hacia un inevitable choque de trenes, de querer tapar incluso problemas personales con la dinámica independentista. A estos recursos se llega también, porque resulta muy difícil llegar a entender lo que allí está pasando, comprender las posturas que en público y en privado se están adoptando.

         Más que los propios políticos, entre los que caben posicionamientos tácticos -primeras posturas escalonadas hacia la consecución de objetivos todavía ocultos o menos claros-, me preocupan los catalanes de a pie que hay detrás, las personas normales y corrientes -a algunas las conozco personalmente y las aprecio- que asienten tranquilamente a cuanto los políticos están haciendo, que ven normal todo lo que está ocurriendo y que no cambian por ello de parecer.

          En los lejanos años en los que estudiaba periodismo, se hablaba en las clases -y se discutía incluso fuera de ellas- de cómo se configuraba la opinión pública. Preocupaba conocer cómo la opinión general llegaba a configurarse de una manera o de otra. A la España que estaba saliendo del molde único franquista le intrigaba descubrir cuál era el mecanismo por el que se diferenciaban las opiniones, cómo y por qué llegaban tanto a distanciarse y hasta oponerse las opiniones.

          El tema sigue siendo viscoso y escurridizo. Más recientemente se ha hablado de la opinión pública y de la opinión publicada; esto es, de cómo influye en la opinión pública lo que se publica en los medios de comunicación (y también, en ocasiones, se habla de lo contrario: de cómo los medios de comunicación recogen y cristalizan las opiniones recogidas de la gente de la calle). La influencia de los medios en la opinión de  las personas es indudable, pero no se puede distorsionar y sobredimensionar el tema, pues también es válida la opinión de que los medios (¡y hasta los mítines de las campañas electorales!) lo único que hacen es confirmar la opinión de las personas, reafirmar lo que cada cual piensa. Normalmente, cada cual lee el periódico que coincide con las propias opiniones

         ¿Son los medios de comunicación catalanes -se recuerda a este respecto que algunos de estos medios son totalmente fieles a la opinión de los políticos dirigentes- los causantes de que la práctica mitad de la población esté a favor del proceso, acepte sin matizaciones y hasta se entusiasme por el independentismo? Pero, a su vez, ¿son los medios de comunicación no catalanistas -la prensa de Madrid, como piensan muchos catalanes- los causantes de la opinión pública tan generalizada contra el independentismo? Sin duda que los medios contribuyen a la configuración de la opinión pública, pero hay otros factores que influyen también y hasta quizás más radicalmente

          La historia que ha vivido el propio país influye mucho en la visión que de la actualidad se tiene. Cada vez me apasiona más comprobar la influencia  que tiene en la opinión que cada cual tenemos actualmente en España la turbulenta historia de nuestro país en el siglo XIX, con todos los baibenes ideológicos derribando continuamente gobiernos, estableciendo repúblicas, desterrando repetidamente a los jesuitas... Para colmo, si la historia se está además continuamente desfigurando para demostrar las propias ideas -como se dice que se hace ahora en Cataluña, pero como se hace también desde luego en otros contextos-, su influencia será tan grande o más que la de los medios de comunicación.

la independencia de catalunya con la habilidad que les caracteriza           Luego están los factores familiares (si se ha nacido en una familia de tradición derechista izquierdista, nacionalista o independentista en el contexto catalán), lo que se ha heredado somática y psicológicamente, lo que cada cual ha recibido posteriormente de los estudios y de la vida, las personas y las experiencias personales con las que cada uno ha ha convivido... La serie de condicionamientos que están en la base de cada personalidad y que influyen en la configuración de la propia opinión es muy amplia, aunque muchas veces esté indefinida y no sea el mismo sujeto consciente de su influencia. 

          Toda esta reflexión responde al deseo de llegar a comprender la actitud de los que a uno le resultan incomprensibles, de poder vislumbrar cómo y por qué se plantean opiniones que desbordan la propia capacidad de comprensión. El esfuerzo merece la pena con tal de no llegar a la descalificación personal, al desprecio de la opinión ajena por el sólo hecho de no entenderla. En el tema catalán, todo lo que se pueda trabajar para acercar posturas y no llegar a la agresividad en la valoración del contrario resulta recomendable y hasta necesario. La comprensión ajena y el acercamiento humano serán el mejor camino para que no estalle la violencia y se abran posibilidades para conseguir una convivencia enteramente pacífica.

viernes, 30 de octubre de 2015

VEJEZ Y COMPRENSIONES MUY DIFÍCILES

         vejez prematura | Sentirse bien es facilisimo.comEl primer inconveniente de la vejez tal vez sea el comenzar a no entender lo que ocurre al rededor. No es sólo que ya no se domina la informática o se desconoce el nombre de los cantantes o de las figuras del glamour, sino que no se comprende lo que parece que los demás sí entienden, o al menos no les llama particularmente la atención. Esta falta de comprensión plena del contexto             -político, social, deportivo, religioso...-  va produciendo el aislamiento más característico de la vejez.

         Un comportamiento humano que cada vez entiendo menos es el de gran parte de la población catalana. En este sentido, importa menos que la opinión de muchos alcance al 51% o sólo al 48%, de que sea sólo mayoría de escaños y no consiga rigurosamente la de los votos, pues no se trata de dictaminar el procedimiento para que las decisiones resulten democráticas. Lo que me impresiona y no comprendo es que un número tan elevado de personas catalanas -un pueblo en general culto y desarrollado, una sociedad próspera en casi todos los sentidos, una población no fácil de ser engañada- tengan un parecer unánime a favor de una independencia, que para los no catalanes resulta tan improcedente. Particularmente me resulta menos comprensible la opinión de las personas catalanas religiosas, de la gente de Iglesia, a muchas de las cuales conozco personalmente y a las que valoro mucho en múltiples aspectos, pues me consta que entre los sectores eclesiales también resulta mayoritario el parecer político que yo no logro entender: hace ya meses se hizo público una manifiesto de adhesión al proceso catalán de una larga lista de instituciones eclesiásticas de aquella región, a muchas de de las cuales conocía bien y a algunas las valoraba muy sinceramente. El no comprender el parecer y el comportamiento de personas muy valoradas me produce una gran desazón y el sentirse tan lejos de la opinión de prácticamente la mitad del pueblo catalán me impresiona mucho... y no sé si atribuirlo a una clara manifestación de la creciente vejez.

          Otro comportamiento que no entiendo es el de que llevan la crítica hasta extremos que no tienen explicación lógica o que no poseen viabilidad práctica. Se dio este fenómeno de forma clamorosa cuando los indignados inundaron establemente muchas plazas urbanas de España para criticar lo inevitable y a solicitar lo imposible. Protestar contra la corrupción o demandar la intervención del pueblo en las decisiones resultan aspiraciones muy explicables y hasta radicalmente nobles, pero hacerlo de espaldas a la realidad y desconociendo las dificultades prácticas que estas aspiraciones conllevan es manifestación de un comportamiento que no acabo de comprender. Situarse en contra de una ley o de una autoridad podrá incluso justificarse en algún caso extremo, pero hacerlo sitemática y colectivamente conduce inevitablemente al caos y provoca unos comportamientos descaradamente injustificables. Por esta razón, no logro comprender muchas veces los planteamientos que subyacen a las declaraciones del ya Partido Podemos, sin que todavía tenga prácticamente este Partido una experiencia real de gobierno que contraste con la realidad lo manifestado hasta ahora sólo como formulación de deseos. La reciente propuesta de Manifiesto de los independentistas en el Parlamento catalán está cargada de aspiraciones imposibles para una consideración ajena a sus exclusivos planteamientos.

          Las utopías resultan bellas, pero para no ser sólo inconsistentes pompas de jabón  hay que formularlas de forma que puedan convertirse también en realidades. Las aspiraciones provenientes de sentimientos -no crear muros desde los sentimientos, creo que ha dicho el Rey estos días- deben buscar también los fundamentos más sólidos de la razón y de la viabilidad.

          No conozco bien la filosofía más reciente y no sé muy bien lo que se quiere decir cuando se habla de pensamiento débil, de defender posturas inestables y susceptibles de todo cambio. Esto defiendo yo pero estoy dispuesto a decir también lo contrario, es la postura abiertamente sofista que puede estar detrás de muchos planteamientos actuales.
Foto VEJEZ El no comprender muchas cosas actuales puede provenir del acercamiento a la vejez, pero puede tal vez estar también originado porque existen comportamientos que son menos justificables. No resulta fácil discernir cuando la incomprensión de un hecho o de una opinión proviene de la vejez del que reflexiona o cuando está justificada por de la misma naturaleza inexplicable del hecho que se está analizando. La humildad y la capacidad de diálogo puede ayudar mucho en estos procesos, sin llegar a una ingenua postura relativista que afirme que todo resulta defendible. La verdad existe, pero la captación de la misma siempre es personal y discutible. Amor a la verdad y acercamiento a las posturas discordantes sería la postura más humana y deseable. ¿Algo imposible?

       

       

domingo, 18 de octubre de 2015

Salvación-Condenación y Plenitud cristiana


           El principio "fuera de la Iglesia no hay salvación" es muy fácil no comprenderlo bien y ayuda muy poco a entender actualmente la actividad misionera de la Iglesia.

     Este principio se basaba en las antiguas concepciones de la salvación completamente heterónomas, según las cuales Jesucristo había conseguido la salvación de la humanidad aplacando con su muerte la ira del Padre, muy enfadado por el pecado de los hombres. Esta forma de entender la salvación no se puede ya mantener en pié -el enfado o indignación de Dios es hasta blasfemo, según precisó muy acertadamente  Shillebeeckv- y desenfoca radicalmente el sentido que puede tener en la Iglesia católica el esfuerzo misionero.

          La salvación no es sólo el arreglo de la situación originada por el pecado, sino que es además y más bien la posibilitación para el hombre de la situación soñada  para  él  por  el mismo Dios. 
Misioneros de la misericordia

          En este sentido, ha dicho Olegario González de Cardedal que la creación -tras la cual vino también el pecado- es sólo el prólogo o el anteproyecto de la consecución o realización completa del proyecto que supuso la redención y la encarnación de Jesús. Jesús nos salva porque nos trae y nos manifiesta el amor y la misericordia del Padre y, teniendo esto en cuenta, nos salva con toda su vida y no sólo con su muerte dolorosa en la cruz. La salvación abre al hombre a la plenitud del amor de Dios, que ya se manifestó al crearnos y que se muestra definitivamente cuando Jesús nos indica que podemos llamar a Dios padre, porque Él es enteramente amor hacia los hombres. 

          El esfuerzo misionero de la Iglesia católica fundamentalmente no se dirige a impedir que los hombres y mujeres se condenen porque están fuera de la Iglesia, de esta forma concebida como único cauce para la salvación de Dios. La obligación que tiene la Iglesia de mantener la actividad misionera se deriva del mandato de Jesús de llevar la fe a todos los pueblos, de posibilitar a todos los hombres el acceso al amor misericordioso de Dios, de abrir cauces para que todos puedan participar de forma más plena de la situación que Dios desea para toda la humanidad. El ingreso en la Iglesia católica -el bautismo- el es medio ideal que se ofrece a todos pero no es el camino único e indispensable, porque en otras confesiones religiosas e incluso en situaciones de aparente no-fe puede también darse la radical buena voluntad humana y la adecuación rigurosa a las exigencias de la buena conciencia personal que posibilitan la aceptación de Dios y el acceso a su universal misericordia.  

         Esta pequeña reflexión viene a cuento con la celebración del día del DOMUND, la jornada que la Iglesia dedica a que consideremos la vocación misionera de todos los creyentes en Jesucristo, a que dediquemos una mirada a ver la obligación misionera de la Iglesia y la repercusión que esto tiene en nuestra propia concepción de la participación en la fe cristiana. El lema de la jornada de este año es Misioneros de la Misericordia, porque lo que los misioneros anuncia es la misericordia universal de Dios nuestro padre (no la consecución, por el medio totalmente imprescindible del bautismo, de de la liberación de una condena que Dios de ninguna manera quiere para toda la humanidad).

         La significación del DOMUND, y de la actividad misionera de la Iglesia, no es negativa (=liberarnos de una cosa mala), sino radicalmente positiva (=ofrecernos el acceso a la plenitud del amor de Dios). Un intento positivo que se convierte en obligación personal para todo el que esté convencido de que Dios es bueno y quiere lo mejor para todos los hombres. Los misioneros son los heroicos heraldos de esta gran y consoladora verdad.

lunes, 5 de octubre de 2015

Muerte de un cura rociero, P. Quevedo sj

          Me obliga, casi, a reabrir el blog la muerte del P. Quevedo. Todo el verano he estado sin colocarme "Tras la vidriera", cogido por otras ocupaciones que me han impedido el sosiego de la observación serena de lo que ocurre a mi alrededor, la mirada tranquila al mundo exterior con todo su variopinto acontecer.
          ¿Por qué la muerte del P. Quevedo invita a la reflexión?
          Inicio este pequeño comentario cuando la primera efervescencia de su muerte ya ha pasado, cuando los muchos que le conocían en el mundo rociero han expresado sus pesares, cuando ya incluso se le ha celebrado su entierro en la Málaga que le vio nacer y a la que ha vuelto justo para morir.
        El mundo rociero ya no es tan reducido -son 110 Hermandades, provenientes no sólo del contexto andaluz sino de otras partes de España e incluso de algunos lugares del extranjero-, pero sí es un mundo cerrado y distante de los que no están metidos en su interior. Sin embargo, el personaje ahora desparecido del P. Quevedo creo merece una consideración también desde fuera del contexto rociero.
         José González de Quevedo Álvarez ha sido un jesuita que unía los contrarios de ser totalmente igual a los demás, por una parte, y de reunir también, por otra parte, características personales enteramente singulares.
         Normal, porque fue un joven malagueño que a los 18 años ya  entró en la Compañía de Jesús y que luego recorrió los casi 20 años de su larga  formación por los caminos y en los lugares más convencionales, sin salidas al extranjero y sin distinguirse en nada del camino ordinario de todos los jesuita. Su trabajo principal ha sido el ser  más de 20 años misionero popular, una tarea muy pegada a la tierra, muy en contacto con los pueblos y con las personas de todos los niveles sociales, auténtico pararrayos de corrientes eléctricas muy diversas. Cuando perdió la visión de un ojo y los médicos le obligaron a retirarse de la dura tarea de las misiones populares, retuvo siempre su condición de gran predicador, ocupando la cátedra sagrada en todas las actividades eclesiales más diversas. Hasta aquí lo normal y convencional de su vida, aunque su larguísimo periodo de contacto estrecho con el pueblo en las misiones populares le depararían seguramente experiencias muy ricas para lo que fue su vida singular y atípica.
         Lo original de su vida es lo a fondo que se metió en el mundo rociero, como predicador incansable de novenas, quinarios y triduos de los cultos de las Hermandades rocieras, como pregonero muy frecuente anunciando las fiestas y como capellán extraordinario haciendo el "camino" con múltiples Hermandades (sobre todo, con Sanlucar de Barrameda, a través de Coto Doñana) y presente casi todos los domingos en la aldea del Rocío para acompañar y ayudar sacerdotalmente en la visita anual extraordinaria de cada Hermandad a la Virgen del Rocío. Su presencia en todo esto era total, calzando los botos y vistiendo de corto en la Romería, luciendo incluso en las piernas los caireles de plata, como alguna vez le vi cuando era más joven. Lo más singular, con todo, de su trayectoria rociera, por ser un poeta innato y un cantaor aficionado, es haber sido el autor de innumerables letras de las sevillanas rocieras, algunas de las más populares de cuantas se cantan en el Rocío -yo le digo a la Virgen, poemas- y muchas cantadas por los intérpretes más famosos del cante de las sevillanas.
          Vida normal y rasgos singulares, unidos en una misma persona. Como casi todas las manifestaciones de la religiosidad popular de la que fue un gran protagonista, contando con el caluroso y entusiasta aplauso de los convencidos -a su entierro acudió mucha gente de toda Andalucía- y acreedor también de la incomprensión y minusvaloración de los que no logran siquiera entender los entresijos y la idiosingracia de este tipo de religiosidad.
          Ha muerto como un cristiano, con plena conciencia de su enfermedad y sin olvidar su devoción rociera: AHORA VOY A VER AL FIN LA CARA DE LA VIRGEN, dijo a solas a su Superior cuando el médico le confirmó el cáncer mortal. Con la muerte no se juega, es la hora de la verdad. Descanse en paz.

domingo, 7 de junio de 2015

INTERUMPIR LAS VACACIONES

     

      

           Necesidad imperiosa de las vacaciones. Hace muchos años, las vacaciones eran un lujo de pocos. Ahora, son un derecho de todo el que trabaja, una necesidad de salir de la rutina y del estrés de cada día.

          Conforta constatar que Jesús sintió necesidad de tomar un tiempo de descanso. Cuando los apóstoles vuelven de la misión de predicar que les había confiado, Jesús les propone la interrupción de la tarea: Venid vosotros solos a un sitio tranquilo a descansar un poco. La intención era –en términos actuales- tomarse unas vacaciones.

          Pero el globo de las vacaciones se pinchó pronto. La gente, de la que querían distanciarse, les vio tomar la barca y lograron llegar caminando antes que ellos al lugar tranquilo escogido. Jesús se compadece de nuevo de la gente  -le dio lástima de ellos- y corta en seco el proyecto de las vacaciones. La compasión de Jesús no aguanta ver a la gente como ovejas sin pastor. La interrupción del trabajo se queda para otra ocasión. Ahora hay de nuevo que atender a las personas, se puso a enseñarles con calma.

           Las vacaciones no son un bien absoluto. Está antes el amor y el servicio a los miembros de la familia y a todos los que pueden exigir una interrupción ocasional de las vacaciones. La referencia a este texto evangélico puede ayudar para disfrutar gozosamente de las vacaciones, pero puede recordar también la necesidad ocasional de interrumpirlas cuando resulte necesario.

 
         Añadido.
          Como una postdata añado que por circunstancias personales tengo más ocupación en estos días veraniegos, y tengo por ello interrumpidas no sólo las vacaciones sino las entregas periódicas a Tras mi vidriera. Espero recuperar la periodicidad cuando se normalice el nuevo curso. 

         
       

lunes, 25 de mayo de 2015

Romería del Rocío, honda religiosidad en una manifestación global de Andalucía

     
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Antes de que se olvide el Rocío 2015, quiero comunicar las impresiones que este año he recibido durante mi participación en la romería.
El comentario más superficial ve en el Rocío sólamente un evento folclórico. Estoy convencido que el Rocío es la manifestación más completa del alma andaluza, del ser de Andalucía. En este sentido, el Rocío es un fenómeno serio y una manifestación muy importante de lo que es esta tierra. Se reúnen, en efecto, en el Rocío los principales componentes de lo que es Andalucía.
Se desarrolla el Rocío en medio de uno de los paisajes más representativos de Andalucía: coto Doñana y las marismas del Gudalquivir, pinares y amplías extensiones de monte bajo, dunas y playas oceánicas, caminos arenosos y raya real del todo singular: a la vera de todo este enclave típicamente andaluz se asienta la aldea del Rocío. Elclima que se disfruta en el Rocío es el más representativo de las amplias costas del Guadalquivir -¡el gran señor de estas tierras!- que es la Andalucía Baja: este año ha refrescado en las madrugadas, pero ha dominado un cielo entoldado que ni daba frío ni hacía sentir el calor. Los que hacen el camino hacia la aldea toman contacto directo con laflora (romero y tomillo, aulagas y lentiscales, pinares de todas clases,...) y con la faunamás exclusivamente andaluza (venados, jabalíes y si hay suerte algún lince, los flamencos y las aves más diversas de la Laguna Santa Olalla y de las marismas, las lleguas salvajes...). Disfrutar de todo esto es zambullirse de pleno en el universo andaluz.
Acercarse al Rocío es aproximarse a la historia de Andalucía, pues la imagen se remonta a Alfonso X el Savio -los tamborileros ahora cantan sus cantingas-, san Fernando III y sus conquistas en la Reconquista -más allá de las leyendas- tiene probablemente mucho que ver con la estructura de la imagen, la época barroca y hasta la historia colonial arropan el surgimiento fuerte de la devoción rociera, los personajes más importantes de la historia reciente española han pasado alguna vez por el Rocío. El listado de las ya 116 Hermandades Filiales que hoy constituyen la familia rociera obliga a un repaso a fondo de la geografía andaluza. La literatura andaluza, además, conecta repetidamente con el Rocío, desde la evocación de las carretas del Rocío en su vuelta a Moguer hecha por nuestro Nobel Juan Ramón Jiménez en su Platero y yo hasta los títulos de autores menos consagrados pero también importantes como Pérez Lujín, Muñoz y Pabón, Villalón... Las letras de las sevillanas contienen notables elementos poéticos.
En el Rocío se pasa bien, sin duda. El baile más típicamente andaluz -la sevillana- tiene su epicentro en el Rocío: este año el ABC ha distribuido un bien cuidado folleto con unSevillanero, muestrario de algunas de las bellas letras del repertorio de las sevillanas rocieras. Un amplísimo número del cante por sevillanas tiene efectivamente por tema los asuntos relacionados con el Rocío. Y dentro de lo que es más terrenal que la literatura o la música, la comida y la bebida de Andalucía está toda representada en el taperío que circula copiosamente por todas las casas del Rocío y en las comidas más formales que también se degustan en la aldea en los días rocieros, desde el rebujito al jamón, desde la manzanilla o el fino hasta el gazpacho o las croquetas de la tierra.
Es muy difícil definir en qué consiste el carácter de Andalucía, donde reside laidiosincrasia de este pueblo, pero sin duda que en la apertura de todas las puertas, en laalegría de compartir, en las invitaciones apenas se entra en cualquier casa, en las terrazasinundadas de coplas y muchas palmas, en la amabilidad con todo el que llega, en todo esto hay rasgos muy presentes en el Rocío y que sin duda forman parte de lo que yaOrtega y Gasset definió en su tiempo como componentes del alma andaluza.
Paisaje, clima, flora, fauna, historia, geografía, baile, cante, comida, bebida, carácter e idiosincrasia... Se podrían enumerar muchos más elementos, pero los apuntados bastan para justificar que en el Rocío se muestran los muy diversos componentes del ser de Andalucía.
Y de lo religioso, ¿qué? La enumeración hasta ahora hecha parece justificar el que se tome el Rocío como una simple manifestación folclórica. ¿Dónde queda la hondura del Rocío? ¿Cuánto de religioso tiene el Rocío?, son las preguntas que más suelen hacer los que no conocen el Rocío. En general, estoy muy convencido que lo religioso también forma parte esencial del alma andaluza, que no es para Andalucía un postizo sobreañadido, y que en el Rocío se manifiesta tal vez mejor que en ningún sitio la religiosidad más genuina de esta tierra llamada Andalucía.
Por lo pronto es claro que el motivo religioso, la presencia de la Virgen del Rocío, es el elemento aglutinador de todos los diversos componentes más arriba enumerados. En el Rocío ya he dicho que se pasa bien y que mucha gente busca muy prioritariamente este aspecto gozoso, divertido, lúdico, del Rocío. Pero también es del todo cierto que, sin contar con la la Virgen del Rocío, todos los anteriores elementos se encontrarían planos y sin alma; y, lo que todavía resulta más evidente, es claro que todo el inmenso caserío que hoy es la aldea no se hubiese llegado a construir, que los varios miles de viviendas que ahora agrupa la aldea no existirían siquiera sin la fiesta y sin la devoción a la Virgen del Rocío.
Pero lo que cualquier observador atento puede detectar en el Rocío es que el elemento religioso no es un componente más del fenómeno rociero, sino que es un elemento que se vive con una gran hondura. He oído estos días decir que el actual Obispo de Huelva, donJosé Vilaplana, le recomienda a los amigos de otras tierras que vienen por primera vez al Rocío: "Poneos ante la verja que rodea el altar de la Virgen, y observad a la gente". La emoción que se detecta en presencia de la Virgen del Rocío desborda lo imaginable. Las lágrimas son muy frecuentes en los rostros de las personas que miran a la Virgen. La presencia ante el altar de la Virgen es además masiva, siempre llena la cercanía del altar de los que acuden a postrarse ante la Virgen. Y aunque esto es ya una valoración personal y sin constatación empírica, estoy convencido que toda la gente que acude a la aldea durante los días de la fiesta se acerca alguna vez -algunas veces, la mayoría- "a ver a la Virgen", como se suele decir, a pasar algunos momentos ante la reja que rodea a su altar rezando, o simplemente contemplando la imagen de la Virgen.
No diré por supuesto que todo el que se emociona ante la Virgen del Rocío practica una religiosidad ejemplar, ortodoxa, bien orientada y que vive su fe de forma adecuadamente evangélica. Es muy claro que cada cual vive su devoción rociera en relación al nivel de religiosidad que detenta en su vida ordinaria: el que es muy maduro en su fe religiosa, vive su contacto con la Virgen del Rocío de forma muy madura y ortodoxa; el que no tiene formación religiosa o cuenta incluso en su vida con circunstancias morales anómalas, no deja de emocionarse ante la Virgen -tal vez, algunas veces, lo haga incluso más intensamente que el religiosamente muy maduro-, sin que esto suponga llegar a tener una vida cristiana de acuerdo a todas las exigencias del Evangelio. La figura de la Virgen invita a la confianza, a la oración sincera, incluso a los que son menos religiosos o a los que por causas morales o ideológicas se encuentran alejados de la práctica eclesial. La Virgen, como madre, acoge a sus hijos aunque existan algunos elementos irregulares en sus vidas.
Toda la Romería gira en torno a los actos directamente religiosos, y alguno -la misa pontifical, en el Real- es litúrgicamente ejemplar. Pero el contacto personal con el Rocío suele tener una gran hondura, es muy sentido, siendo éste el elemento que diferencia a a esta devoción de otras prácticas religiosas más superficiales. La devoción rociera se encuentra dentro de lo que técnicamente se denomina religiosidad popular, un fenómeno sobre el que se ha escrito muchísimo sin que ahora resulte posible desarrollarlo ni siquiera mínimamente. Pero sí cabe constatar que el Rocío es el resumen más completo de la forma de ser de Andalucía y que, en esta forma de ser andaluza, el elemento religioso está fuertemente presente, con una hondura inusitada en otros emplazamientos. Por esto el Rocío es importante y merece ser observado siempre con mucha atención y con cariñoso detenimiento.

domingo, 17 de mayo de 2015

Ganas de diversión de Málaga


Ver como una ciudad se lanza a la calle para disfrutar resulta poco frecuente y estimulante. Así lo hace Málaga en la “Noche en blanco“, sin que haya un motivo fuerte como la Feria o la Semana Santa, con una convocatoria muy sencilla para salir de casa y ocupar la calle en la noche de un fin de semana, este año del sábado al domingo 16 de mayo.
La de este año 2015 ha sido laundécima celebración de laNoche en blancode Málaga. Lo original de este evento es que se abran las puertas de todos los lugares públicos de la ciudad -museos, salas de exposiciones, galerías de arte, espacios escénicos, edificio y espacios cerrados y abiertos del entorno local- para todo el que quiera ir a visitarlos de forma enteramente gratuita. En todos estos emplazamientos se organizan hasta 183 actuaciones de todo tipo, algunas estables como las exposiciones ya montadas o la visita a los mismos edificios pero otras organizadas sólo para este evento, con todos los recursos posibles de la imaginación de las entidades que las organizan. Un bello librito de más de cien páginas en octavo, editado con anticipación, permitía la elección entre las 183 actuaciones y espectáculos e incluso la inscripción previa en aquellas de entradas reducidas por los aforos. Pero la visita a alguna de estas actuaciones podría ser como el cebo lanzado a los malagueños en esta noche, porque lo más importante tal vez es sólo la participación en elhappening colectivo que es ver las calles totalmente repletas de gente.
Obviamente, un suceso de este tipo -aunque con formato muy sencillo- no se organiza solo. Detrás está el Ayuntamiento de Málaga (este año alguno le tachará de hacer electoralismo en esta fecha, pero en los diez años anteriores no ha habido elecciones siempre alrededor del evento), que no se encuentra sólo en la organización sino que cuenta con la colaboración de más de 200 entidades rigurosamente enumeradas en la publicación. La colaboración en algunos caso sólo consiste en abrir los edificios o las exposiciones ya montadas en los museos o en las salas artísticas, pero en otros casos supone montar actuaciones nuevas o interpretar conciertos u obras de teatro. La contribución de los diversos intervinientes es muy diversa. Tal vez lo más relevante de todo este acontecimiento sea la participación generosa de todas las instituciones para conseguir un relajamiento sano de toda la población de la ciudad.
La participación popular es también muy diversa, pues lo mismo se encontraba por las calles gente mayor como juventud, esto último sobre todo en las horas avanzadas de la noche. Como las diversas actividades ofrecidas eran para todos los públicos, la participación era también de todos los estamentos: ricos y pobres, religiosas y familias enteras, personas aisladas y grupos amplios y divertidos. En los museos, como en la fotografía reproducida, las colas para entrar rodeaban a veces los edificios. Había además adornos de calle, sobre todo sobre temas marinos, al ser el lema de las actuaciones de este año Todo bajo el mar
Más allá de los números y de los datos concretos, lo más sobresaliente de este acontecimiento tal vez sea las ganas de diversión manifestadas por la población de Málaga. En unas fechas inmediata a las elecciones, se notaba el deseo de descansar en paz y sin otro tipo de connotaciones. Las terrazas de los múltiples bares del centro de Málaga estaban repletas, como síntoma de que la crisis no es tan fuerte para algunos o de que otros se esfuerzan mucho para superarla… El dato de la participación masiva en todos los actos programados resulta el elementos más significativo de esta undécima celebración de La noche en blanco de Málaga.

domingo, 10 de mayo de 2015

Fachadas de Salamanca

Una visita breve, para asistir a una reunión de carácter nacional, me ha permitido de nuevo tomar contacto con el embrujo de Salamanca. Una noche tuve la suerte de contemplar una vez más los principales edificios de Salamanca, en una visita guiada por un joven jesuita estudioso del arte, Pedro Rodríguez, que enumeró conjuntamente tanto las bellezas como las leyendas de los sitios visitados.
La noche fue auténticamente primaveral, sin frío ni calor, y la piedra salmantina brillaba con todo su esplendor. Lo que da unidad a los muchos edificios bellos de la ciudad es el color y la tersura de la piedra, que dicen es blanda al sacarla de la cantera, para poder moldearla con toda facilidad como si fuese plastilina; pero que con el frío se endurece y adquiere el color uniforme que ahora tienen todos los edificios.
Lo que admira más en Salamanca es la unidad de su conjunto, como si toda la ciudad la hubiesen construido de una vez -como se monta un nacimiento-, con la única intención de sorprender y dejar embelesados a los que la visitan. Con todo, hay fachadas que deslumbran por sí solas y se convierten en iconos de lo que la ciudad es significa.

La fachada de la Iglesia de San Esteban, la del Convento de los Dominicos, sorprende por la armonía de todo su conjunto. Se pueden admirar los detalles, la belleza de cada una de las imágenes, pero lo que impresiona más es que ofrece una imagen conjunta unitaria. Se cuenta que un Arzobispo de Salamanca, en negociaciones con unos ricos americanos que intentaban conseguir las verjas internas de la catedral por ofrecer una sustitución al retablo recién quemado del altar mayor, quiso abortar la inútil discusión llevando a los americanos ante la fachada de la Iglesia de San Esteban y diciéndoles: "Éste es el verdadero retablo de Salamanca". La imagen, en efecto, de toda la fachada es la de un inmenso retablo barroco, que seduce por el impacto de su conjunto. Más que los detalles hay que admirar la impresión general que produce la armonía de toda la pared con la piedra tan armónicamente trabajada.
La más importante tal vez de todas las fechadas de Salamanca es la de la Catedral Nueva, más importante y más acabada incluso que la de la inmediata Catedral Vieja. También como un gran retablo, esta fachada arranca con un muy bien trabajado Crucifijo, que centra todo lo que viene debajo. Los escudos reales tienen lugar preferente, dado el papel tan principal que los Reyes Católicos tuvieron en la realización de la obra. Al final, sobre las dos puertas, dos grandes relieves de dos escenas de los primeros momentos de la vida de Jesús, la adoración de los pastores y la adoración de los Reyes Magos. Aparte del valor que en sí mismos tienen por el gran trabajo de la piedra, estas dos escenas evangélicas simbolizan el acceso que las dos grandes puertas de la Catedral ofrecen tanto a los pobres (los pastores) como a los ricos (los Reyes). La piedra, todo el trabajo del conjunto de la fachada, se convierten instrumento catequético, en transmisora del mensaje que todo el conjunto de la catedral quiere hacer llegar a los que a ella se acerquen en todos los momentos de su historia.
Una última fachada, tal vez la más popular, es la del principal edificio de la antigua Universidad de Salamanca. Situada en la plaza que acoge a otros edificios universitarios, mirada siempre de frente por la gran imagen de Fray Luis de León, la fachada de la Universidad es más reducida, pero también con un conjunto armónico y muy bien proporcionado. La mayor popularidad le viene a esta fachada porque en ella los visitantes y turista menos sensibles al arte tienen el entretenimiento de buscar la rana, la figura presentada junto con la calavera, los dos símbolos del vicio y la virtud, de la satisfacción terrena y del final irrevocable para todos. Esta fachada tiene en lo alto dos relieves circulares en los que también se simbolizan el vicio (Baco) y la virtud (Justicia), símblos que han dado pie al dicho popular que por las puertas de la Universidad los estudiantes pasan del vicio a la virtud, de la maldad a la bondad. 
Las fachadas no son más que puertas de acceso a los contenidos del interior de los edificios. Salamanca tiene, por supuesto, mucho más que fachadas. Pero estos tres grandes retablos en piedra sirven también de iconos de las grandes riquezas de todo tipo que Salamanca encierra. En esta breve nueva visita a Salamanca me quedo con el simbolismo de sus fachadas. con los mensajes trasmitidos por sus piedras insuperables.

jueves, 7 de mayo de 2015

Emigración: Gesto de solidaridad en Málaga

El brazo en alto, saludando con la mano alzada, en la playa y al borde mismo del mar. Este fue el gesto realizado en Málaga, en la orilla misma del Mediterráneo, mirando hacia el otro lado de la costa, hacia África y hacia a todos los africanos, en un acto organizado por Iglesia de Málaga el lunes 4 de junio. Todos levantaron simultáneamente su mano para enviar un saludo simbólico hacia los emigrantes trágicamente ahogados en el Mediterráneo, que -en lugar de espacio de paz- se está convirtiendo para tantos en lugar para la muerte, en el cementerio recientemente evocado con tristeza por el Papa Francisco.
Este gesto simbólico ha sido el final de un “Encuentro de oración por los emigrantes y perseguidos“, organizado por Cáritas Diocesana de Málaga y directamente presidido por el Obispo,Jesús Catalá. El acto se celebró en la Parroquia de San Gabriel, que, por estar situada a la vera misnma del mar, hizo posible el traslado a la playa de todos los asistentes -al final de la ceremonia- para la ejecución del gesto simbólico de mirar hacia África y hacia todos los emigrantestrasladados a través del Mediterráneo. Una enorme cruz de madera, trasladada sobre los hombres de los jóvenes, simbolizaba el gran sufrimiento de los emigrantes muertos.
La mejor señal de que el acto ha resultado coyunturalmente oportuno ha sido la afluencia tan masiva, que desbordó por completo el recinto de la amplísima Iglesia de San Gabriel e inundó después el espacio inmediato de la playa. Las cifras sobre actos masivos siempre resultan discutibles y pretendidamente engañosas, pero en este caso resulta claro que no se puede realizar el cálculo por centenares pues el millar de personas estaba muy claramente sobrepasado. El público era muy variopinto, de todas las edades y no sólo de gente de Iglesia, todos con afán de participar y tomando parte activa en las ceremonias.
La intención del acto quedó ya expresada en la introducción que se le hizo: Esta tarde nos hemos reunido para rezar juntos, avivar nuestra conciencia ante el drama de la inmigración y la persecución religiosa y aportar un gesto de solidaridad con todos nuestros hermanos. El lenguaje empleado tomaba claro partido en favor de los emigrantes, por la situación “vergonzosa” de tantas personas forzadas a emigrar huyendo del hambre, de la guerra y de la persecución religiosa, sometidas casi siempre a la explotación de las mafias y frecuentemente a la muerte. El acto fue una acción litúrgica sin Eucaristía, pero las palabras de San Pablo en una de las lecturas adquirieron pleno sentido referidas a los emigrantes: No hay judío y griego, esclavo y libre, hombre y mujer, porque todos vosotros sois uno en Cristo JesúsUn nigeriano de color rabiosamente negro subió al atril y, con un castellano muy imperfecto, testimonió con datos de su propia vida que el drama de los emigrados no es inventado. El obispo comentó en su homilia que el servicio al prójimo que el evangelio de Mateo 24 habia recordado a todos era la mejor actitud recomendada por Jesús ante la situación de los emigrantes.
El acto y el gesto tienen particular significado en Málaga, porque dentro de esta diócesis se encuentra el lugar más caliente de la emigración que es Melilla. Pero la significación trasciende los propio límites porqueel drama de la emigración es de toda España, es de toda Europa y es casi de todo el mundo. Hace pocos días comentaba en este mismo blog que no se puede seguir mirando para otra parte, que algo hay que hacer ante la realidad espeluznante de la emigración. El título del Encuentro organizado en Málaga -Iglesia sin fronteras, Madre de todos- marca una exigencia para la actitud de la Iglesia: tratar como iguales a emigrantes y no emigrantes, no considerar que el emigrante tiene menos derechos que el español y el europeo. No se entró obviamente en este acto ni en la discusión ni en la propuesta de soluciones técnicas o políticas, pero sí se dejó claro el papel que le corresponde a la Iglesia: en una de las súplicas formuladas, se pidió por nuestra madre la Iglesia, para que su atención materna se manifieste con particular ternura y cercanía a quienes están obligados a salir de su país y vivir en el desarraigo. Una actitud que se exige para la Iglesia, pero que puede también ser demandado a toda la sociedad, tratar bien a los emigrantes porque son iguales y poseedores de los mismos derechos que los que residimos en Espala y en los restantes países europeos. El ser de otro país y de otra raza no les hace inferiores, ni permite que se les trate de formas inhumanas. El acto de Málaga recuerda que hay que hacer algo y reivindica otro tratamiento general para el problema de la emigración. Un nuevo aldabonazo sobre la conciencia de todos.

domingo, 26 de abril de 2015

Emigración y Desigualdades, ¿problemas irresolubles?

          No sabe uno qué hacer ni qué pensar ante las malas noticias constantes sobre el tema de la emigración. El Papa Francisco acertó como un auténtico profeta cuando anunció hace meses en el Consejo de Europa que el Mar Mediterráneo se estaba convirtiendo en un cementerio. Y su crítica desde Lampedusa a la globalidad de la indiferencia, al mirar para otra parte cuando aparece alguna noticia sobre inmigrantes muertos, no pudo ser más certera. ´

          Reconozco, con todo, que el tema de la inmigración -el problema de la emigración, visto desde Europa- me deja siempre muy perplejo. Perplejo y paralizado, porque el problema aparece como gravísimo, porque no alcanzo a verle una solución completa y  medianamente asequible.

          Las críticas a las posturas que se están adoptando frente a los emigrados son frecuentes por todas las ONG más sensibilizadas. La valla de Melilla es objeto de una crítica casi unánime de lo que allí se está haciendo. Una foto espeluznante de unos tranquilos jugadores de golf frente a la valla con negros arracimados en su borde superior ha recibido el Premio Ortega y Gasset de información gráfica. Caritas y el Servicio Jesuita frente a las Migraciones (SJM) han sacado manifiestos sobre la situación en Melilla, las expulsiones en caliente y las condiciones en los Centros de Acogida. Toda la información reciente sobre los barcos hundidos entre África y Sicilia, literalmente abarrotados de emigrantes, eleva ya a miles la cifra de los muertos en el mar. La situación en el Sur de Italia es mucho más sangrante que la actualmente existente al Sur de España. Las fotos de lanchas de goma semihundidas por la cantidad de población negra apelmazada sobre sus cubiertas resultan desgarradoras.

          Los rasgos del problema se pueden pintar aún con mucho más colorido, pues el problema es cercano -¡primer factor de una noticia!- y es además auténtico, no inventado. Lo que ocurre es que resulta muy difícil avanzar soluciones. Hace tiempo, creo que el Gobernador o Delegado del Gobierno en Melilla ya dijo, con mucha ironía, que los que criticaban las actuaciones policiales querrían sustituir a los agentes de las fuerzas armadas por azafatas. Ahora, los gobernantes europeos se han reunido y no han logrado más que algunas promesas indefinidas de más ayudas económicas o de elevar algo el número de inmigrados en cada uno de los países. La mayor culpa se le ha echado a la situación ingobernable de Libia.

          Ciertamente, la solución para este problema no se ve asequible, pues los que quieren entrar en Europa -o en Estados Unidos, desde Méjico- son incontables, desbordan todas las cifras imaginables, superan lo que pacíficamente se pueden admitir, y, por otra parte, la fortaleza de las fronteras resulta cada vez más débil en un mundo inter-comunicado y en el que resulta imposible mantener alas naciones como departamentos estancos. No se pueden levantar fronteras eficaces e infranqueables frente las avalanchas de personas que desean penetrar en los países más ricos.  

          La causa, en efecto, que convierte por ahora en irresoluble el problema de la emigración es la abismal desigualdad existente entre los países pobres y los países ricos. Las cifras que se suelen dar de minorías reducidísimas de personas de los países ricos que reúnen más bienes, más riqueza, que cientos de millones de habitantes de los países pobres es un pecado social que explica en su raíz el fenómeno de la emigración. Otra cara del mismo problema es que el más pobre de los países ricos       -incluso los mismos emigrantes que aquí piden limosnas en los semáforos- tiene mejores condiciones de vida que casi todos los habitantes de las naciones pobres. Esta circunstancia, totalmente real e innegable, es lo que hace imparable a las masas de personas que quieren encontrar mejor solución a las situaciones invivibles de sus propios países de origen y es lo que hace tan difícil darle una solución estable al problema.

          (El de los refugiados, es un problema que tiene ciertamente características algo diferenciadas al de los emigrantes, que, en el fondo se reduce también al problema de la desigualdad, pues el que pretende el asilo político, en la gran mayoría de los casos, pretende sustituir la situación deplorable de su propio país por las condiciones que estima mejores en la nación en la que pretende ser recibido. Y estas condiciones mejores, aunque en ocasiones sean políticas o religiosas, normalmente son también económicas y siempre, desde luego, se refieren a algún aspecto de la desigualdad existente entre ambos contextos nacionales).

         En un programa radiofónico nocturno sobre historia he oído la entrevista con un historiador, Santiago Castellanos, que acaba de escribir una obra (Barbarus, La conquista de Roma), que pretende estudiar el problema de la invasión de Roma desde los bárbaros, no viéndolos como salvajes aniquiladores, sino como ocupantes que vinieron a sustituir la descomposición del mundo romano (por cierto presenta a la Iglesia católica, ya autorizada desde Constantino, como la gran ayudadora que tuvieron los que vinieron a sustituir al imperio descompuesto). No puedo valorar una obra que todavía no he leído, pero resulta seductora esta visión de los invasores, que vienen a sustituir a los degradados moradores anteriores.

         No parece todavía justificable el buenismo ingenuo, el pensar que se pueden sin más abrir ya las fronteras y dejar pasar a todo el que quiera cambian de nación. No parece tampoco imaginable por ahora que las ayudas al desarrollo que puedan aportar los países ricos pueden ya equilibrar las desigualdades actuales y conseguir allí de inmediato unas condiciones de vida iguales o semejantes a ls que ya existen en los países ricos. En este sentido, no caben unos gritos muy demagógicos frente a la deplorable situación actual. Pero tampoco procede dar el rpoblema como del todo irresoluble y mantener sólo las medidas de fuerza en las fronteresa. Se puede admitir a más gente y se puede sobre todo equlibrar más las economías y ayudar más a los actualmente más pobres. Aunque el problema es muy difícil, algo siempre se puede hacer para mejorar la inmantenible situación actual.