viernes, 23 de mayo de 2014

PASIÓN Y OBJETIVIDAD, EN LA POLÍTICA

         Escribir algo sobre las elecciones -casi como sobre un próximo partido de fútbol- antes de que se produzcan supone arriesgarse a que lo escrito quede pronto ajado por el curso de los acontecimientos. Lo que voy a decir, con todo, no es una apuesta sobre el posible ganador, y puede por tanto mantener su valor igual antes que después de las elecciones.
        
         Me llama mucho la atención que las previsiones de votos se distancien tanto unas de las otras. Parece que la sociología debería hacer sus previsiones con más precisión, y no dejando tanto margen de incertidumbre entre las distintas previsiones.  
 
          Resulta que las previsiones de votos anticipadas antes de las elecciones se presentaron con una oscilación de un 8 por ciento de mayoría del ganador sobre el siguiente y un  solo 1 por ciento del ganador sobre su inmediato seguidor. Esta diferencia tan distante permite el cálculo de una victoria sobre el otro de hasta 10 diputados, o de sólo 1 ó 2 de ventaja sobre el siguiente.
 
          La diferencias tan extremas en las previsiones responden a los intereses de los que elaboran las encuestas y al afán de influir anticipadamente en el voto de los demás. Los que más desean que gane el PP le pronostican una ventaja por encima del 8 por ciento (LA RAZÓN), mientras que los que menos desean que ganen los del PP le reducen al 1 por ciento la posible ventaja sobre el siguiente, el PSOE, y hasta incluso pronostican que esta mínima diferencia puede ser menor o hasta igualarse con su seguidor (= empate técnico), pues es inferior al margen de error existente en todas las encuestas (EL PAÍS). Los restantes medios retratan también sus intereses, por la mayor o menor ventaja pronosticada a los partidos que cada cual desea que ganen o que pierdan.
 
         Los resultados reales de las elecciones, cuando se obtengan, demostrarán el margen de verdad que había en los pronósticos. Y evidenciarán, además, la dosis clara de intereses y deseos de manipulación que existía en las previsiones. Se suele repetir que la sociología no es una ciencia exacta, no prevé con exactitud los resultados de lo que se espera. Pero el contraste entre las previsiones y los resultados obtenidos demuestra también que la sociología es una ciencia manipulable y, de hecho, manipulada.
 
         Hago este elemental comentario antes de que se lleven a cabo las elecciones, por diferenciarlo y alejarlo del interés porque ganen unos o ganen otros, por destacar sólo los grandes intereses evidenciados en los pronósticos. Casi sería preferible manifestar a pecho descubierto los propios deseos, en lugar de cubrirlos con apariencias de sociología aséptica. En política, como en todo, la pasión conviene diferenciarla de la objetividad, de la búsqueda sincera de la verdad. Es legítimo desear que ganen unos o que ganen otros, pero sería más honesto manifestarlo abiertamente y no revestir los propios deseos con el manto de una aparente ciencia aséptica.

domingo, 18 de mayo de 2014

SEÑORA DE LOS PÍCAROS

         "Señora de los Pícaros". He visto esta apelación mariana en las últimas páginas del gran libro del cardenal Walter KASPER, La misericordia. El título lo explica así: "María es concebida como aquella que se pone de lado de los fracasados y pecadores, de ladrones y adúlteros, como auténtico cómplice de estos" (página 206). Esta apelación y esta explicación dan qué pensar.
 
         He visto muchas veces entrar en santuarios marianos (lo recuerdo sobre todo ante el altar de la Virgen del Rocío, pero también en otros muchos lugares) a personas que no se suelen ver entrar en las Iglesias. El público que acostumbra acudir a las Iglesias es del todo esperable, es casi el mismo en todos sitios: gente ordinariamente mayor, vestida con cierta contención, más mujeres que hombres, casi siempre recatadas en su comportamiento externo, silenciosamente silabeantes cuando se instalan en el banco, externamente uniformadas en sus actitudes externas... No es esto el resultado científico de un estudio sociológico, sino el simple (¿discutible?) recuerdo de lo personalmente observado en múltiples iglesias.
 
          Por esto contrasta el público que se suele ver entrar en los santuarios marianos más frecuentados, en las grandes festividades e incluso en los días ordinarios: gente mucho más variopinta, con trajes de calle del todo iguales a los que se ven fuera de las Iglesias (en las romerías, con el traje típico, vestido con toda naturalidad, sin aspavientos), sin práctica del recato eclesial más frecuente, muchas veces mirando solo a la Virgen y sin saber formular oraciones, con claros indicios de no ser "gente de Iglesia"...
 
           Sin embargo, esta gente anómala en otros Iglesias se pone a rezar ante sus Vírgenes con plena confianza, no se notan forzadas, se sienten cómodamente como en sus propias casas, no parecen sentir vergüenzas por las posibles irregularidades morales que puedan existir en sus propias vidas, no parecen estar ante alguien que les riña, les exija o les incomode, sino más bien ante quien les acoge benévolamente...
 
          ¿Exagero?  ¿Interpreto demasiado, en las anteriores descripciones? ¿Traigo el agua a un molino inexistente? ... Cada cual puede moderar estas descripciones, alterarlas según su personal experiencia, negarlas o reformularlas de formas diferentes... Personalmente, estoy convencido de que por ahí van las cosas. Si lo he dicho ahora es por el punto de partida que me ha sugerido la acepción de "Señora de los Pícaros", traída por el cardenal Kasper.  
 
          La Virgen actúa, de hecho, como intercesora benévola en el seno actual de la Iglesia. Parece como si, con miedo ante Dios, la gente se sintiese con más confianza en la presencia de la Virgen María. "El manto de misericordia de la Virgen -sugiere también Kasper- ocasionalmente parece que se extendiera quizá en exceso". Sobre esta realidad se puede elaborar una reflexión teológica, pero se puede realizar un simple análisis desde la observación de la gente que entra en las Iglesias y la que acude ante las imágenes marianas. Kasper añade que el nombre de ciertas advocaciones marianas apunta también en el mismo sentido: María Auxiliadora, Madre del Consuelo, Virgen del Perpetuo Socorro... Todo esto destaca la función de generosa y extremada intercesora ejercido en el imaginario popular por la Virgen María.
 
         El tema se podría alargar, con análisis y discusión sobre lo sugerido. Pero lo ofrezco sólo como una reflexión muy elemental, como una sencilla flor en este mes mariano. 

        

domingo, 11 de mayo de 2014

LA NOCHE EN BLANCO, una sorpresa


 
      Una  carambola  no  pretendida  me
   Motivo de La noche en blanco           hizo  pasar unos pocos  minutos antes de la una de la noche por la calle Larios, y puede constatar la movida en  todo  su  auge  de  La noche en blanco.  Me quedé  del  todo sorprendido.
      
        Sorprende mucho, ya avanzada la noche, encontrarse con tal masa de gente por las calles. No eran personas aisladas, sino bloques compactos de gente llenando todos los espacios. De todas las edades, pero dominando la gente joven. Aire de diversión, de paseo despreocupado, de ganas de pasar un buen rato en la noche espléndida.
 
           La noche en blanco es una iniciativa del Ayuntamiento de Málaga, que lleva ya años repitiéndose en las primaveras. El intento es atraer a la gente para divertirse sanamente en la noche, redimir el espacio nocturno del sambenito de horas malas, reuniendo en la calle muchas diversiones y abriendo los museos y locales públicos para las visitas multitudinarias. El lema Todo libre, Todo gratis penetra fácilmente en amplios sectores, motivándoles para salir de casa y lanzarse al paseo y a la diversión nocturna.
 
         Este año, parece que el motivo eran los cuentos populares, bajo el lema Érase una vez... En la calle Larios y en otros emplazamientos, estaba instalada una serie de amplios y elevados escenarios, con personajes de los cuentos más famosos, escenificando las historias y contactando y haciéndose fotos con los que se acercaban. Una gran orquesta interpretaba músicas en la Plaza de la Constitución. Los museos estaban abiertos, ofreciendo visitas gratuitas. Otras atracciones estaban también instaladas en otros emplazamientos de la ciudad. En el Thysen, a la una de la noche, había una cola de más de cien metros, en filas de muchas personas en fondo, esperando para la entrada ordenada en el museo. 
 
         Lo que más me ha llamado la atención del contacto directo con esta realidad es palpar las ganas de divertirse que tiene el pueblo. Una oferta algo estructurada y con cierta organización obtiene una acogida inmensa por parte de la multitud. La gente está deseosa de salir de sus casas, de encontrarse con los demás, de divertirse. Contrasta este afán expansivo de la población con el retraimiento manifestado ante otras convocatorias, tanto religiosas como políticas. La respuesta proviene de todos los estamentos, de todas las zonas de la ciudad, de todas las edades. Dominan los jóvenes (los que más se retraen ante otras convocatorias), pero no falta la mediana edad y los matrimonios con niños. Invita a la reflexión la respuesta masiva ante esta convocatoria a la sana diversión. El pueblo sabe elegir cuando se le convoca, y esta manifestación tan multitudinaria sorprende y admira. Dejo testimonio de mi sorpresa.

                                             Público en la Plaza de la Constitución  (Fotos del diario SUR)