viernes, 21 de marzo de 2014

"ENTRADA" 100, ¿QUÉ PRETENDE UN "BLOG"?

          Al ser ésta la "entrada" número cien de las publicadas en este sencillo blog "Tras mi vidriera", me siento invitado a hacer un elemental comentario sobre este tipo de escritos.
          El académico Javier Marías, que tiene una columna semanal fija en EL PAÍS, al cumplir 19 años de estar publicándola -alrededor de 1.000 entregas, por lo tanto-, se preguntaba al reiniciar este nuevo año qué es lo que pretende una persona al elaborar estos escritos periódicos: "¿Que pretendemos, entonces, los escritores y columnistas? ¿Distraer, acompañar en la indignación, consolar, halagar, desahogarnos, amargar el desayuno a algunos políticos, financieros, empresarios, jueces?".
         Cuando la publicación se hace mucho más modestamente, sólo a través de un blog, todavía se hace mucho más acuciante la pregunta sobre lo que pretende el autor subiendo periódicamente algunas "entradas" a su bitácora. Por lo pronto, me intriga mucho la amplísima proliferación de esta afición bloguera. Con la presente "entrada", este blog "Tras mi vidriera" ha quedado incluido en Religión Digital, un "sitio" donde hay ya albergados más de 150 blogs sólo de temas religiosos y sociales, pues en Periodista Digital son muchos cientos los blog incluidos. El periódico sólo provincial La Opinión de Málaga, en el que este blog se encuentra también albergado, publica una treintena. El remate del tema se percibe asomándose a los más de 6.000 que forman la "blogosfera" del diario EL PAÍS, en el que hay publicaciones de todos los temas imaginables, premios anuales para los mejores blogs, consideraciones sobre los que es y lo que pretende un blog, etc, etc. "¿Quién puede formar parte de 'La Comunidad'? Todas aquellas personas que lo deseen: individuos particulares, asociaciones, ONGs, grupos de amigos, familias, equipos deportivos, grupos de música, divulgadores, aficionados a cualquier tema con ganas de compartir información, ... El único límite está en escribir con educación y respeto y no usurpar la identidad de otras personas", se escribe en un suelto dirigido a los propios miembros de la "comunidad" de blogueros del periódico.
          Todo esto muestra que el afán de comunicación es muy alto en el mundo actual. Las personas particulares necesitan dar conocer a los demás lo que piensan y lo que sienten sobre los más variados temas. La revolución informática, por otra parte, ha posibilitado y sobredimensionado la participación en la red, elevando a muchas potencias la capacidad mutua de intercomunicación. El resultado es que el que se encuentra con posibilidad de expresar sus opiniones por escrito pone negro sobre blanco todo lo que se le ocurre.
          Dirigir escritos a la red es, un poco, lanzarlos al vacío. La retroalimentación está abierta, a través de los "Me gusta" y de las libres "Contestaciones" individuales que se pueden siempre enviar, pero no existe un indicativo tan fehaciente y tan colectivo como el que se da en el medio impreso. La red es un medio de masas, mass media, pero tiene que conquistar uno a uno a los que pretenda enzarzar en la araña de la red. La puerta queda abierta para el que se le antoje entrar. Soluciones nuevas para el afán eterno de comunicación humana.

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