domingo, 12 de enero de 2014

ÉXITO EN LA VIDA, ¿quién y porqué lo tiene?

          La selección de los "100 del año", de los personajes que "han marcado 2013", de los hombres y mujeres latinoamericanos que se estima han sido los más importantes del año que terminó hace pocos días, es el contenido de un semanario extraordinarios de EL PAÍS que bien merece algunos sencillos comentarios.
         Ante todo, la arbitrariedad de la selección. Esta arbitrariedad es plenamente legítima, pero no deja de ser exponente de la voluntad y las intenciones del medio que las lleva a cabo. En estos precisos momentos, seleccionar al Príncipe Felipe, y no al Rey Juan Carlos; al "jesuita valiente" Francisco Oliva, y no al también español y General de la Orden Adolfo Nicolás; a la joven que protagonizó la "defensa de las becas Erasmus", y no al Ministro Wert; a Antonio Muñoz Molina y a Luis Goytisolo, silenciando a otros novelistas también notables; todas estas elecciones y muchísimas otras más resultan claramente intencionadas, exponentes de las ideas y los modelos de vida que se pretenden poner en el candelero.
         Con todo, debo añadir con honestidad que la selección realizada no me resulta mal hecha, pues todos los 100 personajes escogidos -casi todos, para ser del todo sincero- considero que merecen esta distinción, habiendo primado en muchos casos los reconocimientos y los premios que se habían dado por diversas instancias en el año finiquitado. La originalidad y el esfuerzo editorial realizado, además, para que los autores de las brevísimas semblanzas de los elegidos sean personajes tan famosos como ellos mismos o más  (Felipe González, Lula da Silva, Peña Nieto, Soraya Sáenz de Santamaría y Elena Valenciano, Rafa Nadal y Pau Gasol, etc, etc), merece felicitaciones y convierte en mucho más agradable la lectura de esta dilatada lectura de reseñas personales exitosas.
         Pero de la anécdota hay que saltar a la categoría. ¿Qué es lo que convierte a un personaje en exitoso? ¿Qué atribuciones o qué cualidades son las que traen el éxito a una persona? Probablemente, la selección de cada cual reflejará inevitablemente los propios criterios de elección. En el presente año, la selección de muchos medios -la de EL PAÍS que he comentado, la de ABC, la del semanario norteamericano TIME, etc- han coincido en poner como personaje del año y como imagen de primera página al Papa Francisco. Un caso como éste puede desbordar las subjetividades, porque sus actuaciones y su estilo de gobernar la Iglesia han sido en breve tiempo realmente originales e impactantes. Pero este caso tal vez sólo suponga que la excepción confirma la regla...
         Quisiera añadir que el éxito, el que las cosas hayan salido bien, las felicitaciones y parabienes, no son el único criterio para valorar la actuación de una persona. El aparente fracaso, el contratiempo, pueden también adquirir sentido en la vida. En ocasiones, hay que actuar contra corriente, hay que defender planteamientos que se sabe tienen mala prensa. Lo políticamente correcto no es siempre lo correcto, no es la opinión que hay que defender o la actuación que hay que seguir siempre. Hay valores ocultos que, sin conducir al éxito reconocido, permiten actuar de acuerdo con la propia conciencia o cumplir el deber más indicado en cada caso. El éxito no es un absoluto. Hay otros criterios de actuación que pueden estar por encima y alumbrar actuaciones diferentes. El éxito no es ni siquiera el objetivo único en la vida. El éxito al que conduce la coherencia interior tiene más valor que el  éxito sólo externo y aparente. Hay que admitir distintas formas de éxito. 
 
         

No hay comentarios:

Publicar un comentario