domingo, 5 de marzo de 2017

Semana Santa, ¡otra vez enfrentamientos y discusiones!

 

En primera pagina, el diario "Huelva Información" del 3 marzo proclama: PROTESTA CONTRA EL PÁRROCO DE MOGUER. Unas 800 personas reclaman al Obispado que traslade al sacerdote". Un nuevo caso de enfrentamientos por las Cofradías. El Párroco -en este caso, un sacerdote muy digno- no ha hecho más que cumplir las normas del Obispado, parece que sobre las obras en una capilla existente en la demarcación de la Parroquia que la Hermandad consideraba como de su propiedad exclusiva, sin tener en cuenta lo que el Obispado había mandado. ¡Un caso más, en el que surgen los enfrentamientos intra-eclesiales en el ámbito de las Cofradías!.

El Cardenal Amigo Vallejo, en el marco lujoso del "Foro Nueva Economía" del Hotel Ritz de Madrid, con la sala completamente abarrotada, se ha atrevido a tener una conferencia sobre "Valores de la Semana Santa hoy", con referencias tanto al conocimiento directo de su pueblo natal Medina de Rioseco (Valladolid)como a sus recuerdos de los muchos años vividos como Arzobispo de Sevilla. Según la crónica de Ecclesia, planteó una afirmación programática: "En todas las Semanas Santas del mundo son inseparables la fe, la cultura, la familia y el pueblo". Don Carlos además se refirió a un hecho evidente: "El pueblo vive y expresa conforme a su forma de ser. El libreto es siempre el mismo, el Evangelio; pero la música, la cultura, la pone cada pueblo". Volcando su propia experiencia, añadió: "El mismo libreto se canta por sevillanas o por jota castellana", y, aludiendo a su Medina de Rioseco (apenas 5.000 habitantes, 16 cofradías, 3.000 cofrades), decía con orgullo: "En mi pueblo se canta, sobre todo, en silencio".

Cada Semana Santa es diferente y, dentro incluso de la misma población, cada Cofradía es muy diversa, unas más devotas y otras más bullangueras, unas más silenciosas y otras más explosivas, cada una con su cultura y sus costumbres, diferenciándose incluso en los distintos momentos por los que en la misma ciudad pasa la procesión.

El actual Arzobispo de Sevilla, don Juan José Asenjo, ha concedido también estos días una entrevista al ABC de Andalucía para hablar sobre todo de la Semana Santa. Aunque el entrevistador intentaba sacarle algo contra la Semana Santa, don Juan José respondía con gran habilidad, resaltando que si Sevilla -y en general, Andalucía- tiene un ambiente menos descristianizado que otras regiones españolas, se debe fundamentalmente a la Semana Santa y a las restantes manifestaciones de la religiosidad popular. Destacaba también que las Hermandades han desarrollado mucho la dimensión social, con ayudas importantes a las personas y las instituciones más necesitadas. No dejaba de señalar que el culto -el aspecto más desarrollado por las Hermandades- no lo es todo en la aplicación actual del Evangelio y que, además de las Hermandades y Cofradías, existen otras actividades muy significativas e importantes en la vida actual de la Iglesia.

La discusión y hasta el enfrentamiento en torno a la Semana Santa, se repiten periódicamente. La celebración popular de la Semana Santa ofrece aspectos esplendorosos y ángulos menos edificantes, lo bueno y lo malo muy mezclados, con lo cual tanto los entusiastas como los no simpatizantes tienen argumentos sobrados para seguir discutiendo.

La actitud oficial de la Iglesia no ha sido siempre entusiasta. Hay sacerdotes que la viven muy positiva e intensamente, pero son numerosos también los que a lo más la respetan pero no experimentan entusiasmo alguno por ella. La leyenda -no sé si cierta- se refiere a los sacerdotes que, al hacer obras en sus Iglesias, ponían escalones y otras trabas para que no puedan pasar "pasos" (ámbito sevillano) o "tronos" (ámbito malagueño) por las puertas. La distancia entre las vivencias fuertes que brotan de las imágenes y la religiosidad más intensa, interiorista y con mayor proyección social, es muy abultada y provoca distanciamientos también en la interpretación del fenómeno externo de la Semana Santa.

Ya se acercan las fechas, las que los "capillitas" van contando todo el año arrancando desde el mismo Domingo de Resurrección, y el fervor cofrade sube su marea. Es muy difícil dar hondura espiritual a los "cultos" -así los llaman- y las celebraciones externas. Pero la intensa catequesis popular sobre los misterios de la Pasión está asegurada donde se celebra con intensidad la Semana Santa, aunque sin llegar seguramente en todos a la celebración máxima de la Resurrección. Es mucho lo positivo que siempre se puede decir sobre las celebraciones de la Semana Santa, aunque también hay ausencias y aspectos negativos que también se puedan siempre resaltar. Siempre se puede alabar la Semana Santa y siempre se pueden destacar sus defectos. Sin llegar a paroxismos como el de Moguer, la discusión siempre está servida.
 
 

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