sábado, 14 de enero de 2012

"BROTES VERDES", DE NUEVO

Me ha sorprendido escuchar hablar, de nuevo, de los "brotes verdes". Ha sido en un informativo de la COPE, una cadena que, en la anterior situación, ridiculizaba fuertemente las alusiones a los brotes verdes, que entonces hacían el  Presidente Zapatero o sus portavoces. Hablar de que ya se esperaban, o inmediatamente se venían venir, los brotes verdes, anunciadores de una ya inminente nueva floración de la economía dejando atrás la crisis, fue un recurso repetidamente usado por el anterior Gobierno y reiteradamente ridiculizado por la COPE y por los restantes medios ideológicamente enfrentados con Zapatero.

Por esto, ahora, me ha sorprendido oír hablar de nuevo de la espera de los ya inminentes brotes verdes, como señales del mejoramiento, o del final, de la todavía angustiante crisis económica. Resulta triste volver de nuevo a los mismo tópicos: confundir la realidad con el deseo e ilusionarse con que ya están apareciendo los síntomas de lo que uno ansía que pronto se haga presente.

Lo que más me llama la atención, con todo, es que ahora acudan al mismo tópico los que antes lo criticaban muy severamente. Los que antes se ensañaban con acritud con el anterior Gobierno, ahora adoptan las mismas posturas mentales que antes criticaban: que la crisis económica es mundial; que la bolsa baja en España, cuando también bajan en los restantes países europeos y mundiales; que el Gobierno español no puede hacer más de lo que ya está haciendo; que hay que esperar que fuera se deshaga la tempestad, para poder vislumbrar que el paro y las restantes señales de la crisis española comiencen a solucionarse; etc, etc. 

Sorprende tristemente comprobar cómo se cambian las tornas: lo que antes resultaba criticable, ahora se convierte en defendible; lo que antes era debido a ineficacia o a ineptitud o a maldad, ahora se presenta como aptitud madura del que está sabiamente pilotando una tempestad que tiene sus causas en el exterior; lo que antes era claramente malo, ahora deja entrever los "brotes verdes" de que comienza a ser bueno. Sorprende lo relativas y lo personalistas que se convierten las opiniones. Esta versatilidad de las opiniones, por desgracia, da la razón al escéptico nada es verdad ni es mentira, todo depende del cristal con el que se mira. Una mayor coherencia, resulta necesaria.

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